10 agentes de deterioro

El pasado miércoles, 19 de octubre, se introdujo el llamado Método ABC que se lleva a cabo en la aplicación de la gestión de los riesgos a la preservación de los bienes culturales. Esta herramienta creada por el Canadian Conservation Institute en colaboración con el ICCROM en 2016, ha confeccionado un manual de gran utilidad para profesionales de la conservación de bienes culturales y de la protección general del patrimonio.

El segundo paso, que corresponde a la identificación de riesgo y va precedida del establecimiento del contexto, consiste en reunir las herramientas y estrategias apropiadas a partir del conocimiento del riesgo al que se enfrente un bien cultural. En los marcos, se distingue una clasificación por: agentes, tipos, etapas y capas alrededor del bien patrimonial.

A continuación, se muestran enumerados los 10 riesgos que identifica el manual como potencialmente peligrosos para la integridad física y conceptual de la obra.

1. Fuerzas físicas: en este apartado se incluyen caídas y golpes.

2. Robo y vandalismo: el expolio y los ataques vandálicos están, lamentablemente, a la orden del día en cuestión de patrimonio cultural por el gran valor que encierran, tanto a nivel social, como económico.

3. Fuego: el incendio es un fenómeno que puede dañar gravemente las obras e incluso, provocar la pérdida total de la misma.

4. Agua: en este apartado se incluyen las inundaciones.

5. Plagas: los insectos y otros microorganismos pueden dañar parcial o totalmente una obra de arte, afectando a su estabilidad física.

6. Luz IR y UV: un incorrecto aporte de luz a determinadas obras puede provocar el viraje de su superficie y alterar la estabilidad de la misma.

8. Temperatura inadecuada: de la misma forma que la luz puede afectar a los materiales constituyentes de un bien cultural, una incorrecta temperatura u oscilaciones muy evidentes en la misma puede representar un riesgo para la conservación de obras.

9. Humedad inadecuada: como en el caso anterior, cambios bruscos en la humedad o algunos valores dependiendo del material constituyente de la obra pueden afectar a su naturaleza.

10. Disociación: este fenómeno se da por la pérdida de información de la pieza.

11. Contaminantes: a nivel químico, se pueden dar reacciones no deseadas con los materiales que constituyen una obra de arte y alterarla, comprometiendo por completo su estabilidad química.

Todos estos riesgos son fácilmente identificables a través de la observación y el monitoreo continuo de las obras. Sin embargo, cualquier institución o personal que esté a cargo de bienes culturales, deberá tener un programa de prevención frente a todos estos riesgos, de manera que se disminuya al máximo la posibilidad de que ocurran; ya que eso, significaría la pérdida parcial, e incluso a veces, total de una pieza.

__

10 RISKS
Last Wednesday, October 19th, the so-called ABC Method was introduced, which is carried out in the application of risk management to the preservation of cultural property. This tool, created by the Canadian Conservation Institute in collaboration with ICCROM in 2016, has produced a very useful manual for professionals in the conservation of cultural property and general heritage protection.
The second step, which corresponds to the identification of risk and is preceded by the establishment of the context, consists of bringing together the appropriate tools and strategies based on knowledge of the risk faced by a cultural property. In the frameworks, a classification is distinguished by: agents, types, stages and layers around the heritage property.
Listed below are the 10 risks identified by the manual as potentially dangerous to the physical and conceptual integrity of the work.

1. Physical forces: this section includes falls and blows.

2. Theft and vandalism: plundering and vandalism attacks are, unfortunately, the order of the day in terms of cultural heritage because of the great value they contain, both socially and economically.

3. Fire: fire is a phenomenon that can seriously damage the works and even cause the total loss of the same.

4. Water: this section includes floods.

5. Pests: insects and other microorganisms can partially or totally damage a work of art, affecting its physical stability.

6. IR and UV light: an inadequate supply of light to certain works of art can cause the surface of the work to change and alter its stability.

7. Inadequate temperature: in the same way that light can affect the constituent materials of a cultural good, an incorrect temperature or very evident oscillations in temperature can represent a risk for the conservation of works of art.

8. Inadequate humidity: as in the previous case, sudden changes in humidity or certain values depending on the constituent material of the work can affect its nature.

9. Dissociation: this phenomenon is caused by the loss of information of the piece.

10. Polluants: at the chemical level, undesired reactions can occur with the materials that constitute a work of art and alter it, completely compromising its chemical stability.

All these risks are easily identifiable through observation and continuous monitoring of the works. However, any institution or personnel in charge of cultural property should have a prevention program for all these risks, so as to minimize the possibility of their occurrence, since this would mean the partial and sometimes total loss of a piece.
__

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *