AÑO INTERNACIONAL DE LA CONSERVACIÓN DE LOS GLACIARES
AÑO INTERNACIONAL DE LA CONSERVACIÓN DE LOS GLACIARES
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha designado 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, reconociendo la importancia crítica de estos ecosistemas en la regulación del clima global y el suministro de agua dulce. Esta iniciativa busca aumentar la conciencia global sobre el papel fundamental de los glaciares, la nieve y el hielo en el sistema climático, así como sobre los impactos económicos, sociales y ambientales de los cambios inminentes en la criósfera terrestre.
La UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en estrecha colaboración con numerosos socios, co-coordinarán la implementación de este año internacional, con el objetivo de involucrar a responsables políticos, científicos, sociedad civil y al público en general en una campaña de un año de duración para destacar la necesidad urgente de preservar los glaciares.
Además, se ha proclamado el 21 de marzo de cada año como el Día Mundial de los Glaciares, a partir de 2025, para reforzar la sensibilización y promover acciones concretas en favor de la conservación de estos vitales recursos naturales.
Esta declaración subraya la urgencia de adoptar medidas efectivas para proteger los glaciares, que están retrocediendo a un ritmo sin precedentes debido al cambio climático, amenazando ecosistemas, comunidades y economías en todo el mundo.
El derretimiento de los glaciares no solo tiene consecuencias ambientales y económicas, sino también profundas implicaciones culturales. Estas masas de hielo, que han sido testigos de la historia humana y natural, están profundamente ligadas a la identidad, las tradiciones y el patrimonio de numerosas comunidades en todo el mundo:
- Tradiciones y mitos: Muchas culturas indígenas y comunidades locales consideran los glaciares como entidades sagradas, fuentes de mitos y leyendas, o símbolos de su conexión espiritual con la naturaleza. Su desaparición pone en riesgo estas tradiciones culturales.
- Rituales y prácticas: En regiones como los Andes o el Himalaya, los glaciares están asociados con ceremonias religiosas y rituales que celebran su poder como "dadores de vida". La pérdida de estos glaciares puede provocar el olvido de estas prácticas.
- Revelación de restos históricos: A medida que los glaciares se derriten, emergen restos arqueológicos, cuerpos momificados y herramientas antiguas que habían estado preservados durante siglos. Si no se gestionan adecuadamente, estos hallazgos pueden deteriorarse rápidamente al estar expuestos al aire y las temperaturas actuales.
- Pérdida de sitios patrimoniales: Algunos glaciares en regiones como los Alpes o los Andes son considerados parte del patrimonio cultural y natural de la humanidad. Su desaparición supone la pérdida de estos paisajes únicos que son símbolos de identidad para las comunidades locales.
- Desaparición de paisajes icónicos: Los glaciares atraen a millones de visitantes cada año. Su deshielo afecta al turismo cultural asociado, lo que a su vez impacta en las economías y las formas de vida de las comunidades que dependen de esta actividad.
- Cambio en las narrativas culturales: La pérdida de los glaciares puede alterar cómo las comunidades cuentan su historia y se relacionan con su entorno, cambiando las narrativas culturales que han pasado de generación en generación.
- Arte y literatura: Los glaciares han sido fuente de inspiración para artistas, poetas y escritores durante siglos. Su desaparición reduce las posibilidades de expresión artística relacionada con estos paisajes.
- Identidad cultural: En muchas culturas, los glaciares son símbolos de fortaleza, pureza y eternidad. Su pérdida puede impactar la identidad cultural de las comunidades que los consideran parte esencial de su mundo simbólico.
El deshielo de los glaciares es un recordatorio de cómo el cambio climático no solo transforma el medio ambiente, sino también las culturas y las historias humanas que están profundamente entrelazadas con estos paisajes. Preservar los glaciares significa proteger no solo la naturaleza, sino también el legado cultural que define nuestra humanidad.
INTERNATIONAL YEAR OF GLACIER CONSERVATION
The United Nations General Assembly has designated 2025 as the International Year of Glacier Conservation, recognizing the critical importance of these ecosystems in regulating global climate and freshwater supply. This initiative seeks to increase global awareness of the fundamental role of glaciers, snow and ice in the climate system, as well as the economic, social and environmental impacts of impending changes in the Earth's cryosphere.
UNESCO and the World Meteorological Organization (WMO), in close collaboration with numerous partners, will co-coordinate the implementation of this international year, with the aim of engaging policy-makers, scientists, civil society and the general public in a year-long campaign to highlight the urgent need to preserve glaciers.
In addition, March 21 of each year has been proclaimed as World Glacier Day, starting in 2025, to reinforce awareness and promote concrete actions in favor of the conservation of these vital natural resources.
This declaration underscores the urgency of taking effective measures to protect glaciers, which are retreating at an unprecedented rate due to climate change, threatening ecosystems, communities and economies around the world.
The melting of glaciers has not only environmental and economic consequences, but also profound cultural implications. These ice masses, which have witnessed human and natural history, are deeply linked to the identity, traditions and heritage of numerous communities around the world:
- Traditions and myths: Many indigenous cultures and local communities consider glaciers as sacred entities, sources of myths and legends, or symbols of their spiritual connection to nature. Their disappearance threatens these cultural traditions.
- Rituals and practices: In regions such as the Andes or the Himalayas, glaciers are associated with religious ceremonies and rituals that celebrate their power as “givers of life”. The loss of these glaciers may cause these practices to be forgotten.
- Revealing historical remains: As glaciers melt, archaeological remains, mummified bodies and ancient tools that have been preserved for centuries emerge. If not properly managed, these finds can deteriorate rapidly when exposed to the current air and temperatures.
- Loss of heritage sites: Some glaciers in regions such as the Alps or the Andes are considered part of humanity's cultural and natural heritage. Their disappearance means the loss of these unique landscapes that are symbols of identity for local communities.
- Disappearance of iconic landscapes: Glaciers attract millions of visitors each year. Their melting affects associated cultural tourism, which in turn impacts the economies and livelihoods of the communities that depend on this activity.
- Change in cultural narratives: The loss of glaciers can alter how communities tell their history and relate to their environment, changing cultural narratives that have been passed down from generation to generation.
- Art and literature: Glaciers have been a source of inspiration for artists, poets, and writers for centuries. Their disappearance reduces the possibilities for artistic expression related to these landscapes.
- Cultural identity: In many cultures, glaciers are symbols of strength, purity and eternity. Their loss can impact the cultural identity of communities that consider them an essential part of their symbolic world.
Glacier melt is a reminder of how climate change not only transforms the environment, but also the cultures and human histories that are deeply intertwined with these landscapes. Preserving glaciers means protecting not only nature, but also the cultural legacy that defines our humanity.