El Convenio Europeo del Paisaje comenzó a formarse durante la década de los 90. Sin embargo, el Consejo de Europa lo dio por concluido en el año 2000 en Florencia (Italia). El principal objetivo del Convenio es reconocer todas las formas de paisaje europeos, naturales, rurales, urbanos y periurbanos, ya sean emblemáticos u ordinarios. También eleva los valores en relación a lo natural, cultural, humanizado y todas las interconexiones correspondientes. De esta manera, es deber para los países europeos trabajar en la protección, planificación y gestión, tanto de la calidad, como la diversidad e integridad de estos paisajes. Dentro de este reconocimiento, se incluye la definición, caracterización, aplicación de políticas de protección, facilitación de la participación pública, integración de los paisajes en la política de ordenación territorial, económica, social, cultural y ambiental. En este punto, también se resalta la importancia sobre la sensibilización ciudadana, la educación y la formación de expertos.
Otro de los objetivos de esta propuesta es alentar a las autoridades públicas a establecer medidas y políticas locales, regionales, nacionales e internacionales para llevar a cabo la conservación de estos espacios. El Convenio Europeo del Paisaje entró en vigor el 1 de marzo de 2004. España, en este caso, ratificó el Convenio el 26 de noviembre de 2007 (BOE de 5/02/2008) y está en vigor desde el 1 de marzo de 2008. Consulta el Convenio Europeo del Paisaje pinchando aquí.